Muchos
medios tiene la Virgen para ayudar a las almas del purgatorio. El mismo nombre
dr Maria pronunciado por aquellas almas es bálsamo suave más de lo que fue para
San Bernardo, San Felipe Neri, San Estanislao, Kostka, San Luis Gonzaga que
lloraban de gozo invocando a Maria. Algunos dicen que ella visita en persona a
aquellas almas; esto no se opone a la sabiduría de Dios ni al poder de la Virgen
y si ella se aparecía a San Cayetano, a San Antonio de Padua, a Andrés
Avellino, para consolarlos en sus tribulaciones, ¿será motivo de asombro que
visite a las almas del purgatorio para confortarlas en sus gravísimas penas? y
si Maria pronunciara una sola palabra, ¡que gozo infundiría en su corazón!
Maria las visita mediante los ángeles portadores de buenas noticias de
sufragios obtenidos, de gracias otorgadas, de liberación obtenida. Además,
según expresa San Pier Damián, Maria obtiene para ellos abundantes sufragios.
Ninguna madre asiste a su hijo enfermo con tanta compasión como la de Maria por
las almas del purgatorio. Inocencio III decía que a veces Maria obtiene para
ellas la posibilidad de presentarse a los amigos y pedir socorro. San Alfonso
Maria de Ligorio escribía que como una Madre intercede para el hijo la piedad
del Padre, así Maria reza continuamente por ellas y obtiene que las penas sean
más breves.
Maria
inspira a los vivientes que sufraguen con misas, comuniones, limosnas, obras
buenas al alma de un pariente, amigo, benefactor olvidados por años y ahora improvisamente
recordado, tal vez por gracia de Maria que lo quiere salvar. Inspira a las
almas piadosas votos heroicos de
aplicar al purgatorio todo el bien que se va obrando: las indulgencias,
ferviente celo por propagar esta devoción fundando sociedades, instituciones,
meses para los difuntos, triduos y novenas de predicación sobre el purgatorio;
tal vez ella misma inspiró el título de Nuestra Señora del Sufragio y la
erección de nuevas iglesia con ese título, a fin de animar a los fieles a rezar
por las almas invocándola a ella. Son todos medios de aquella tiernísima madre
para salud de aquellas hijas amadas. Maria del Sufragio libera a aquellas
almas. Si ella adora la justicia divina que las condena, también ella se ocupa
para vaciar esa cárcel. San Bernardino escribe que ella tiene un poder de
bondad, de clemencia, de misericordia. Santa Brígida dice que en todo momento
ella derrama sobre esas llamas una lluvia de refrigerio; ofrece sus propios
méritos al Hijo y los méritos del Hijo al Padre del cielo. Ella inocente, pura
y santa ¿no será escuchada?. San Pier Damiani escribe que en el día de la
asunta María liberó del purgatorio más almas
de cuantos ciudadanos había en Roma. Dionisio Cartusiano afirma que en
navidad, en pascua y en las fiestas de María ella libera muchas almas del
purgatorio. ¿Quién no conoce las promesas hechas al Beato Simón Stock y Juan
XXII de liberar del purgatorio a los devotos del Carmen el primer sábado
después de su muerte?¿Quién no sabe a cuantos la devoción del rosario, de la
medalla, de hijas de Maria les sirvió, les ayudó para ser liberados de aquellas
llamas? por lo tanto es apropiado el título dado a Maria de Nuestra Señora del Sufragio y cuanto debemos
gozar de tener una madre tan buena que en vida y después de muerte toda se
preocupa por abrir las puertas del paraíso.
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