1.La
Iglesia dedica el mes de noviembre de manera particular a la memoria del
purgatorio; consagrémoslo todo a nuestra Señora del Sufragio rezándole por
nosotros y por las almas del purgatorio. Ésto se puede hacer en la iglesia
asistiendo a la predicación y a las celebraciones que a tal fin se hacen, o en
casa con la guía del librito impreso con este fin ( Nuestra Señora del Sufragio
o el mes de noviembre consagrado a las almas del purgatorio en unión con Maria Virgen)
o al menos con alguna oración apropiada para este fin, o el rosario o el
miserere o cinco Pater, Ave y requiem cada día, concluyendo todo con tres Ave
Maria y con la invocación Nuestra Señora del Sufragio rogad por nosotros y por
las almas del purgatorio. Quien quiera podrá rezar cada día la coronilla de los
difuntos también rica de muchas indulgencias.
2.
Inscribirse en la asociación de Nuestra Señora del Sufragio erigida canónica
mente en la iglesia del sufragio y rica de indulgencias. Con ella todos los socios concurren para honrar a la Virgen,
participan del bien común de los socios, gozan particulares sufragios después
de su muerte y, colaborando con una pequeña limosna anual para el mantenimiento
del templo, participan también de todo el bien que en él se hace.
3. Hacer el acto heroico de caridad, o
sea ofrecer todas las obras satisfactorias y sufragios a favor de las almas del
purgatorio. Con este acto de caridad aprobado por la iglesia ponemos en las
manos de la Santísima Virgen todas nuestras obras satisfactorias realizadas en
vida y todos los sufragios que podamos recibir después de nuestra muerte a fin
de que la Virgen los distribuya a favor de aquellas almas santas que ella
quiera liberar del purgatorio. Es suficiente con hacerlo una sola vez, ni se prescribe
para ello alguna fórmula, basta un acto de voluntad con la intención de hacer
el acto heroico de caridad por el purgatorio como lo concede la santa iglesia.
4. Sería
también una práctica linda de ofrecerse a Nuestra Señora del sufragio participar
todos los días del mes de noviembre en la misa, comulgando y aplicándola a los
difuntos. Mejor todavía seria hacer celebrar treinta misas, una por cada día
del mes poniendo este sufragio en las manos de María para que ella disponga de
ellos según el deseo de su purísimo corazón.
5. Obtener
en noviembre el mayor número posible de indulgencias y así colaborar por
nuestra parte en la liberación de muchísimas almas del purgatorio dejando a la Virgen
del sufragio su aplicación.
A estos medios
generales cada uno puede agregar los que sugiera su propia devoción como por
ejemplo: ayunos, mortificaciones, limosnas, privaciones, ejercicios de una
virtud particular, haciendo cada cosa a honor de Maria Virgen, para bien de
nuestras almas y en sufragio de las almas del purgatorio
No hay comentarios:
Publicar un comentario