lunes, 11 de marzo de 2013

Nueva foto de Nuestra Señora del Sufragio (Del “Cuor di Maria. Año 1876. pág,3-6)


             Era justo que, para acrecentar la devoción a Nuestra Señora del Sufragio, se realizara una nueva imagen de la Virgen María en una actitud que de veras represente la bondad de su corazón,  y lo que Ella hace a favor de las almas del purgatorio
             La imagen forma parte de un grupo marmóreo, o monumento, alto cuatro metros y medio, colocado en un templete de más de cinco metros de altura.  
             En la parte superior del monumento está  Nuestra Señora del Sufragio, de pié,  mirando fijamente al cielo; pide al Señor misericordia por las almas del purgatorio.  
            Un velo liviano cubre su cabeza. Sus brazos extendidos, como se representa en la medalla milagrosa, muestran a las almas que están debajo de Ella y son objeto de su misericordia y de sus oraciones. Su mirada es compasiva y dulce. su postura  es noble, simple y austera; un rico manto la envuelve y adorna; hay naturalidad en todos los pliegues. La estatua, de aproximadamente dos metros de altura, está apoyada en una masa de  nubes  que la sostiene  y eleva por encima del purgatorio, ubicado en la parte inferior;
            En las mismas nubes están arrodillados dos ángeles con formas muy esbeltas que se asemejan a los del B. Angélico. Ambos llevan alas muy ligeras;  uno con la cabeza hacia arriba tiene en sus manos  una cruz y la muestra a Nuestra Señora del Sufragio, casi suplicándole que  impetre, por los méritos de la cruz de Cristo, la liberación de las almas que el mismo Ángel protege; el otro Ángel con la cabeza inclinada, tiene en sus manos un cáliz y lo vierte sobre las almas que se purifican, para significar las oraciones que ya Dios ha escuchado  favorablemente por la intercesión de la Bienaventurada Virgen y que se vuelven refrigerio para las almas en el purgatorio. También significa el sufragio constante que desciende por obra de la Virgen María sobre aquellas almas que sufren. Los ángeles están colocados por debajo de la estatua de María; sus cabezas llegan justo a las rodillas de la Virgen María y su altura es  proporcional a la altura de María.
            Una masa de nubes de aproximadamente un metro de altura, divide a los ángeles de las almas del Purgatorio, que por el ancho de dos metros forman la base del monumento. Cinco personas de tamaño normal se encuentran en diferentes poses y a diferentes alturas en forma de pirámide, de modo que la altura de la persona que está en el centro se ensambla muy bien con los  ángeles y con las nubes, a la vez que quedan separados del grupo superior. Algunas almas miran a Nuestra Señora del Sufragio esperando liberación de su Madre celestial; la que tiene la cabeza inclinada, muestra el dolor que la atormenta; otra tiene el rostro entre las manos como signo de arrepentimiento por haber merecido tal castigo. Las llamas lanzándose en todas direcciones envuelven a todas las almas. Todo el monumento representa muy eficazmente a los fieles la devoción que se desea comunicar…

SOLEMNE INAUGURACION del Grupo marmóreo de Nuestra Señora del sufragio

El monumento, en mármol blanco de Carrara es obra de Tortone, quien puso todo su empeño para que respondiese a la Iglesia y a la idea religiosa que se quería evidenciar en el grupo. Los Angeles son admirados por todos por la agilidad y  la actitud devota. En las almas que se purifican se ve expresado el dolor, el deseo de ser liberadas de las llamas; las actitudes son variadas y expresivas. El grupo es alto aproximadamente cinco metros…
Particularmente se destaca la imagen de María, a quien se dio el título de Nuestra Señora del Sufragio. La Virgen es invocada en todas las necesidades de la vida, por eso es invocada “Virgen de la Consolada, de la Salud, de la Paz, de las Gracias, ecc. según las necesidades y María siempre escuchó a quien la invocó de corazón. Pero la Virgen no sólo nos ayuda en vida, en los peligros y tribulaciones; no sólo nos roege enfermos (slud de los enfermos) o en el momento de a muerte, en el viaje a la eternidad y en soene juicio, sino que es madre de las almas ya juzgadas salvadas y no todavía tan puras como para volar al cielo sin pagar alguna deuda con la divina justicia. Ella es Reina del Purgatorio, como la llaman algunos Santos; ella visita aquella cárcel, consuela aquellas benditas almas u muchas libera con su poder real. Y nosotros sentimos la necesidad de invocarla benigna sea por aquellas almas que ya se encuentran en esa cárcel, sea por nosotros que pronto tendremos que pasar por aquel bautismo de fuego. Por eso Nuestra Señora es representada con los ojos mirando al trono de Dios, en actitud de interceder por las benditas almas representadas abajo. Ella extiende las manos como la Virgen de las gracias, y parece que se derraman como gotas de rocío las gracias para vivos y difuntos.
            A los pies de Nuestra Señora del Sufragio, sobre las nubes dos Ángeles de rodillas, parecidos a los del Beato Angélico. Uno presenta la cruz a la Virgen y simboliza que sólo por la Sangre preciosísima de Jesús, derramada un día sobre la cruz y ahora místicamente sobre nuestros altares, las almas del purgatorio son salvadas, La Virgen pide a Jesús que salve a las almas del purgatorio, agregando sus méritos particulares, pero en el fondo también los méritos de María tienen valor si unidos a los méritos de la cruz de su Hijo que don a ellos un valor infinito y los hace agradable ante Dios. El otro Ángel tiene en la mano un cáliz en actitud de derramarlo sobre la almas del purgatorio. Si el primer Ángel representa la santa oración de María, el segundo representa las gracias ya obtenidas y el Ángel derrama sobre las lamas el sufragio. El cáliz indica también que la Santa Misa es el medio más eficaz para liberar a las almas del purgatorio; que en el momento de la elevación de la Misa, los Ángeles recogen en cálices de oro la sangre de Jesús y la derraman sobre lo pecadores para su conversión, sobre los tibios para su santificación, sobre justos para que perseveren, y al mismo tiempo sobre el purgatorio; muchas almas son aliviadas y muchas liberadas de sus penas. Cómo le agradaría a María Virgen que pongamos en sus manos los méritos de muchas Misas celebradas, para que ella disponga según su amante corazón.
            Debajo de las nubes es representado el purgatorio, o sea cinco almas entre las llamas. Una representa al anciano que tarde dice haber derrochado el tiempo y ahora debe pagar duramente sus deudas con Dios. Otra representa una mujer que con las manos entre sus cabellos parece decir: en qué terminaron mis vanidades, mis ambiciones, los aplausos del mundo. Otra parece emitir un grito de  dolor, alzando un brazo e indicando a María para que la salve, ya que sus familiares la han abandonado y no se preocupan por quien sufre…¡Cómo aquellas llamas recuerdan las amargas penas de aquella cárcel! Y nosotros ¿no pagaremos por aquellas almas? Y nosotros ¿no nos vamos a dirigir a Nuestra Señora del Sufragio para que las salve? ¿No le pediremos que nos salve también a nosotros cuando estemos en aquella cárcel, o, mejor
, nos obtenga vivir en justicia, en santidad, y así evitar esos tormentos?

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