La Virgen
entregada como madre a todos los cristianos por Jesús en el calvario alegra con
su presencia a los bienaventurados del cielo y los hace partícipes de un gozo
especial; consuela y ayuda a nosotros peregrinos en este valle de lágrimas y
nos ayuda para alcanzar nuestra patria; ¿olvidará ella a esos hijos suyos que ya han dejado la
tierra pero todavía no han llegado al cielo porque no totalmente purificados de
la mancha del pecado? Maria es la madre universal que no puede abandonar a sus
hijos mientras necesiten su ayuda. Ella conoce los tormentos que sufren esas
almas y cuán ardientemente suspiran por amor alcanzar el gozo hacia el cual su
corazón tiende irresistiblemente; ella ve en esas almas cuanto amen a Jesús y a ella ¿Cómo no las ayudarà pudiendo hacerlo? Maria revela a Santa Brígida: “Yo soy Madre para cuantos
están en el purgatorio”. Otras revelaciones ponen en evidencia que la Virgen
las visita, las consuela, intercede por ella y las libera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario